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PUNTOS DE VISTA

PUNTOS DE VISTA

Me tachan de triste, hasta personas que me conocen bien. Me desanima mucho ese punto de vista. La realidad, normalmente, está más próxima a la tristeza que a la euforia.. Muy sencillo la realidad depara mas momentos desagradables que de alegría. Por eso si es verdad que cuando llegan estos últimos hay que tratar de aprovecharlos bien. Pero haciendo cuentas que difícil es mantener un equilibrio de alegría superior a los hechos cotidianos que deparan menos ilusiones. No se trata de exagerar ni hacer un drama de todo, no, pero salen mas cosas torcidas que derechas. Siempre cuando se aborda un proyecto o hecho a realizar hay que sopesar pros y contras, hoy en día en términos más modernos y empresariales se les llama puntos fuertes y puntos débiles. Claro está que el ideal es partir con ilusión, desde un aspecto positivo, tratar de sortear las contrariedades, pero eso no quita para observar consecuentemente los recovecos de cada iniciativa.

Si solo se pretende ver la parte triunfante a la más mínima contradicción te hundirás, por ello, es preciso conceder unos márgenes de tolerancia. Si partes con la  previsión de obstáculos previsibles, tendrás una mejor perspectiva para salvarlos, eludirlos o entenderlos.

Viene a colación que si con la mejor intención favoreces a alguien pero en ese empeño algo se tuerce, las cañas se convertirán en lanzas. ¿Estás seguro de que comprenderán, realmente, que has cumplido correctamente con tu obligación.? Me inclino a pensar que si la consecuencia es bastante negativa siempre, aunque no te lo dijeran directamente, quedará una gran duda. Y aún en el mejor de los supuestos que, de verdad, no observarán negligencia en ti, tu mismo te abrumarías, te responsabilizarías en gran parte. Sé dirá entonces que con ese pensamiento nunca podrás actuar a favor de nada ni de nadie, si claro pero sobre todo donde tu tengas la responsabilidad de tu decisión, por triste que sea si tienes algún incidente con tu hijo o familiar es algo que tu debías realizar, con los demás siempre, además de la ya mencionada responsabilidad propia, quedará el resentimiento del perjudicado, por mas que calle, Es decir duplicarás tu problema.

Cada uno es libre de tomar sus decisiones, pero no siempre sirven las buenas intenciones. Mas o menos graves, todos hemos tenido alguna actuación de buena fe que ha traído complicaciones. Si estás son reparables, por ejemplo en un aspecto económico, el problema es menor, pero si intervienen circunstancias de mayor índole, la cosa ya no es lo mismo. Repito, allá cada uno.

Hoy en día hay que firmar un papel para cualquier intervención médica, eximiéndoles de posibles complicaciones, pero si el facultativo te asesora y dice que es el único posible camino a seguir, firmas, y aunque luego saliera mal no tendrías nada que echarte en cara, hiciste lo que te solicitaron los entendidos, pero hay otros casos evitables y cada uno debe entender en que grado de turbación se puede llegar a meter.

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