SIN MALICIA

Cuando alguien que sabes que te ‘aprecia’ es capaz de adjudicarte una variable considerable en tu actitud, ese comentario, por supuesto, sin malicia, sabes que tiene algún significad, en principio quiero entender que sufre porque te ve sufrir, pero reconozco que nunca he ocultado ser un niño bastante mimado. Necesito de mucho soporte, de mucho cariño, de mucha atención y si todo proviene por el lado femenino, mucho mejor. He explicado que me crié en régimen de matriarcado, mi padre falleció siendo yo un niño, en tiempos muy difíciles donde tu madre te cuidaba pero no podía asumir el papel de padre porque ignoraba casi todo lo relacionado con el sistema de la  vida.  Luego mi hermana, inocente igual, pero 9 años mayor que yo. Las dos volcadas en mi cuidado, por mi bien, criaron un espíritu delicado, proteccionista, eso modela el espíritu de las personas. Mi mujer en sus primeros años, viendo como me cuidaban y viendo que en su casa su padre era también tratado entre almohadones, siguió el ejemplo, hasta la conceptué de demasiado sumisa, mi suegra me adoraba, lo que decía su yerno iba a misa. Resumiendo un sultán sin proponerse un harén, pero lo tenía al modo de trato. Yo, en pago, me convertí en un adorador de la mujer, no solo por físico que por supuesto me encanta pero disfruto mas con la hermosura de sus cualidades.

La mujer es envolvente, es dominadora sin gritos, si encima es cariñosa, enloquece, si te conoce que te suele conocer enseguida eres su juguete, para bien o para mal. Desgraciadamente hay mucho loco irracional que solo abusando de la fuerza física somete a la mujer a tratos que no suele merecer.

Bien es verdad que la mujer es mala enemiga. Sus aguijones pueden ser mortíferos, la ‘viuda negra’ devora a su pareja mientras hacen el amor.

Pero así de fácil la mujer es madre y parir es un verbo de creación muy importante y solo lo puede ella ejecutar, a raíz de ahí tiene muchos elementos a su favor. ¡Benditas mujeres!