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ESCRITOS, LECTURAS NOSTÁLGICAS.

ESCRITOS, LECTURAS NOSTÁLGICAS.

Es tan grande y abrumadora la nostalgia que me ha embargado que me es casi imposible pensar que pueda articular palabras y menos escribirlas. Ni siquiera sé sin son palabras, yo oigo ecos como lamentos quejumbrosos. Romántico soy, he sido y seré pero no esperaba que un escrito a modo de historieta, narrada con cierto desgarro por algún defraudado cayera en mis manos y arrancara de mi tales sentimientos. La historia está plagada de ejemplos de parejas muertas por amor, pero  no es necesaria la muerte, es quizá más lastimero la degradación de sentimientos que alguien pensaba que estaba bien cimentados. Al poco de iniciar su lectura, mi afectación ha debido de protegerlo de la rambla de lágrimas que me ha originado, para evitar que se emborronara, además las lágrimas amargas creo deben ser corrosivas.

La historia es simple y complicada a la vez, como pues ahí va:” Algo sencillo, tan sencillo como una mujer muy enamorada, tremendamente llena de amor, amor correspondido. Creó pasiones este amor, aún con los momentos difíciles y normales que rodean siempre estas situaciones. Construyeron una cimentación que no habría contratiempo que pudiera derribar esa pagoda de amor. Era todo tan sólido y bien elaborado como un nido de cigüeñas que con mas de 500 kilos de enramados, son capaces de proteger todo el amor que forman esa pareja para la creación de sus futuros sueños y volver en cada estación a sus lugares, siempre sus mismos lugares, Buscan la torre mas alta, de iglesias y catedrales de localidades, para estar mas a salvo de intrusiones y de paso elevarse a las nubes, al cielo, como para que ese nido tenga algodones que acomoden más la estancia. Ahí en esa obra de ingeniería natural fomentaron sus ilusiones soñadas y virtuales, tantas eran que casi sonrojaban a la realidad. Juntos habían tremulado, anidado aparentes pero, sólidos, proyectos. Si él, más temeroso, se anticipaba a algún imprevisto, era solicitado por ella que era necesario vivir sobre todo el presente para así forjar mas el futuro. . Se llegó a decir que si algo o alguien pretendía derruir ese bien elaborado amasijo de organización, se sería capaz hasta capaz de aparecer donde fuera para socorrer al necesitado. Pero que ingratitud repentina. Uno de esos dos eslabones irrompibles, autores de esa fábula, un día le da por decir que los pies hay que ponerlos en la tierra no en la ilusión y sin mas razones da por terminado ese cúmulo de proyectos e ilusiones que se habían concertado compartir, aún a sabiendas de las dificultades que todo ello conllevaba.

Nunca sabrá esa persona el alcance de las lesiones que ha provocado a la otra parte.

Yo, al leer la historia, me he conmovido tanto que si estuviera en mi poder daría protección a la persona excluida unilateral de aquellos excepcionales proyectos a esa persona ignorada repentinamente.

Máxime, como narra la propia historia, cuenta esa persona abandonada necesitaba de mas apoyo por motivos particulares, no era su mejor momento y necesitaba amparo para un mayor equilibrio y posición de apoyo básico.

Esa persona, ya operada del corazón por circunstancias propias de la naturaleza ha vuelto a sufrir un ingrato infarto de distinto signo, no es físico, es moral, quizá se salve por segunda vez, pero seguro que dejará en su interior una huella indeleble que con simple y normal voluntad se podría haber subsanado.

¡Qué amargas son las lágrimas! ¡Dios! ¡Ese Dios que no existe! ¡Es imposible! ¡Si existiera sería el ser más maléfico de la existencia!. Ningún padre abandona a sus hijos, este que nos ponen como ejemplo de tantas bondades solo es protector de gentes y efectos malvados y si algo un día sale bien, encima hablamos de milagros. Pero yo, agnóstico, hasta sería capaz de poner velas para una reconciliación de esos dos seres que no tendría que ser porque ni siquiera era momento de desavenencia, solo cometieron un error, al parecer, se prometieron un amor eterno. Pero ello demuestra que la eternidad no existe.

No termino de entender no obstante como teniendo un camino bien trazado y diseñado, se desprecia esta senda y se elige otra ignorada y tortuosa. La memoria es intrincada, el olvido, a pesar del tiempo, es penoso.

Por mas que releo la historia solo consigo hundirme en la amargura, si me llega a ocurrir a mí hasta hubiera pensado en el suicidio pero al carecer de valentía para ello rogaría por una muerte súbita, rápida que no me permitiera observar conductas de magnitud tan errónea y dispar.

No hay argumentos que me puedan convencer de lo contrario.

Si esa persona siente ahora algún arrepentimiento de lo hecho ¿por qué no lo meditó a tiempo? Así ha causado dos males e infidelidades, la que tenía firmada por contrato (ésta ausente de ello, aún con sospechas) y la que un día se apareció como una bendición celestial. Eso al parecer se desprende de la historia que he guardado en mis archivos. Colecciono amarguras, soy raro, siempre lo fui. ¡Quizá lo tenga merecido!.


 

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