SISTEMAS VULNERABLES

Auténtico dolor, corona de espinas se siente, cuando algún traspiés inesperado se presenta en la vida de una persona. La fragilidad de los caracteres, además, es muy influyente y rompe las compuertas de la vulnerabilidad. De nada sirve encogerse de hombros, esa capacidad solo es propia del pasota, el que acepta, sin inmutarse, cualquier cosa que le suceda. En el caso contrario, eres considerado exigente, remilgado y hasta nos llegar a recriminar por ello. Te tachan de intransigente, de intolerable por no aceptar los sistemas tan al uso impuestos por una falta de urbanidad innata o enseñada. ¿es justo eso?, ¿es malo seguir una conducta consecuente?. Ni blanco ni negro, existe el gris, me lo dijeron en mas de una ocasión pero ¿quién es el juez para considerar la tonalidad adecuada?. Todos sabemos que D. Quijote era un loco creado por pluma inverosímil, con mas cordura de la aparente, él, veía entuertos, donde quizá no los había pero, al reconocerlos como tal, ponía todo su empeño en desfacerlos.

Nada justifica descortesías y al que no quiere apreciarlo y distinguir que existen unas normas de conducta es preferible a ignorarle y si por ello se muestra insolente, se le reprueba, nada se soluciona con dejarlo pasar y decir peor para ellos. Si tienen alguna conciencia, que esta se les agite y por lo menos les haga meditar. No soy católico practicante pero no quita para que sepa que Jesús echó del templo a mercaderes que ejercían sus comercios en lugar inadecuado. Se solicita respeto pero, que ello no sirva de mofa, y que personas de bien, no apoyen encima posturas incorrectas como interpretando que es lo que ahora está al uso, sino te quedas aislado, Pues yo prefiero estar aislado a ser ingrediente de conductas reprochables. Si estos insurrectos consentidos no se avienen a conductas naturales se les aísla y que sus vilezas, sonreídas en mas de una ocasión por personas coherentes, las desenvuelvan entre ellos.

Será tarea ardua, pero la gente con un mínimo de honestidad no debe tolerar la grosería, por ello tampoco hay que considerar que estas personas de normal condición son intolerantes, sino congruentes con el espíritu natural. Cualquier religión aboga por una normativa de sentimientos respetuosos.