Ángela Vallvey

 

 

Manchega de buena raza, Ciudad Real para más detalles, 1964, fecha de nacimiento, Dulcinea, culta, licenciada en historia, creo que residente en Suiza o por lo menos lo fue, pero estos apuntes biográficos los puede obtener cualquiera. Acostumbra a decir que nos da ‘caña’, me refiero a los hombres pero, realmente, no creo que toda la que nos merecemos. Me siento molesto de conocerla, a raíz de su Premio Nadal, de 2002 con ‘Los estados carenciales’ y encima me avergüenzo de no haber leído ninguno de sus libros. Perdona Ángela, me he vuelto algo perezoso con la lectura de libros, me ‘enredo’ mas con los artículos periodísticos. Pero te persigo y acoso en tus artículos de prensa, escritos con sutil pero directa ironía hacia la petulancia y presuntuosidad ridícula de los varones. Normalmente leo sus artículos en la revista Mujer que es donde más he conseguido obtener sus denuncias de la tontuna de la fanfarronería masculina. De ella me gusta hasta su nombre y su apellido aunque no estoy muy puesto en heráldica, me gustaría conocer su origen. . Resulta agradable hasta la pequeña foto en la que acompaña su escrito, pero prescindiendo de físicos, me encandilan sus incisivos pero despreocupados comentarios que fluyen como cascada de naturalidad. Hoy en un pequeño artículo le oigo decir que a pesar de la ‘caña varonil que reparte’ sabe que tiene muchos lectores.. Eso es un elogio para muchos de nosotros, ¿demuestra que no todos somos tontos o que nos va la marcha?. Yo creo que lo primero. Me imagino que te acompañará cierta egolatría, eso va innato con la persona, pero tus recursos comunicativos son encantadores. ¡Ojo! No soy adulador. Si algún día localizo tus señas o escribiendo a la revista MH, me proporcionan tu e-mail, te daré las señas de mi modesto blogia para que si tienes a bien rebatas o corrijas algunos de mis modestos comentarios. Mis incipientes paseos por la escritura han llegado algo tardíos. No pretendo famas ni mecenas, solo aprender algo de los que poseéis ese don. Si tengo la oportunidad de contactar algún día contigo, te ampliaré algo de mis arranques de personalidad por poca curiosidad que ello te suscite. Eso dependerá de ti.