Blogia
ofloda

Acto de contrición

Haciendo autocrítica en la medida que uno mismo pueda reconocerse, me considero bastante imperfecto. Llego a dudar hasta si soy o no buena o normal persona. Desde luego no tengo premeditación, para no serlo pero mis irritaciones a veces rebasan la paciencia de cualquiera, parezco sañudo, en mi interior sé que no, pero mis demostraciones de insólita ira hacen dudar de mi buena intención hasta a personas que no dudo que me aprecian. Lo peor de todo es que con los años he ido empeorando en este terreno. Dicen que los años reposan, dan experiencia, sosiegan, yo, en cambio, parezco un revolucionario, mis rápidos arrepentimientos llegan tardíos, después de haber crispado la paciencia de los demás. En estas situaciones ciertas personas allegadas me han espetado, no sin cierta razón, aunque muy doloroso que soy un embaucador chantajista, algo así como lobo con piel de cordero. En mi nombre, Adolfo (dice que significa ‘lobo noble’) parece ser que esa nobleza no se corresponde conmigo. Sin creer en el zodíaco, será mi Géminis o soy como el ‘árbol de la ciencia del bien y del mal’. Ruego imploro algo de comprensión, algo de lo que al parecer yo carezco. Mis lecturas sobre ‘Meditación trascendental’ parece ser que no me han dado el fruto y sosiego esperado. Perdón una vez más.

0 comentarios