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Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXII)-62º

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXII)-62º ...en esa habitación, en ocasiones, y cuando me era factible, no como obsesión, pero en los inicios de la pubertad, nocturnamente, me asomaba por el resquicio que dejaba la persiana de madera de tiras verdes, para intentar ver a una sirvienta que tenían en la casa de enfrente, no porque fueran ricos, sino que tenían un kiosco de periódicos y al tener una niña pequeña, tenían una persona de su pueblo, posiblemente, algún familiar para quedarse con ella, Lo más que conseguí como aficionada a ‘voyeur’, fue verla en un par de ocasiones en sostén, demasiado para aquella época, y justo cuando ya se lo iba quitar, apagaba la luz y entonces claro, mis modestas apetencias infantiles se iban al traste, Me da algo de vergüenza confesarlo ahora, pero ¿quién no habrá intentado en su vida algo por el estilo?. Fue mi mísera ‘ventana indiscreta’, con resultados pírricos. Fue mi ‘gran hermano’, algo que con los años he detestado, luego con los años he detestado todo eso y si he visto algo, ha sido porque la gente mas desinhibida lo pone, a veces, a huevo, sin yo estar en ese objetivo. En el espacio entre las dos camas, cuando estaban, guardadas, que era durante el día, poniendo una mesa, me servía para hacer deberes y algún entretenimiento, como solitarios con baraja y cualquier otra cosa que se me ocurría. Me apañaba muy bien jugando solo, era capaz de plantearme juegos de cartas o dados o parchís, con contrincantes imaginarios y, además, practicaba bastante la corrección, no pretendía hacer trampas, ganaba quien lo hacía mejor, aunque yo fuera ejecutor único. En el verano, extendía una alfombra fina en el suelo y con un cojín, en ocasiones, dormía algo de siesta o leía, o ‘revolvía’ con cualquier artilugio a mano, o clasificaba cromos, ya digo siempre me apañé para realizar actividades individuales...
imagen: cámaras no permitidas

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