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Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LVI)

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LVI) – 02/08/05***
... debajo del comentado pilón en el hueco que quedaba hasta el suelo, servía para guardar artículos de limpieza, el cubo de la basura, el recogedor de basuras de cuando se barría la casa, el cubo de fregar, es decir artilugios varios. A continuación de la pileta, en ese frontal, estaba el fogón de hierro negro y mampostería, abajo un horno y hueco para carbonera. En la superficie del fogón, unas arandelas concéntricas de unos 4 cms de ancho, que se retiraban con un gancho, dejaban el hueco, donde se situaba el carbón, ahí se producía el encendido y el mantenimiento, claro era ir agregando carbón de vez en cuando para mantener el sistema. No convenía apagarlo, sobretodo en invierno era una manera de mantener algo mas caliente la casa en general que, al ser pequeña, de algo servía el calor expelido, por esas placas de hierro. En esa superficie se colocaban cazuelas, ollas, sartenes, etc. El humo desprendido en esa conducción salía a través de una tobera, cada casa tenía la suya que salía al tejado, por encima del cuarto piso. Anualmente estas toberas era necesario desatascarlas, porque se forma un hollín de los residuos que era imprescindible quitar para que funcionara bien el sistema. Una profesión hoy desaparecida era la de deshollinador que desde arriba introducía unas bolas, para ir limpiando las paredes de la tobera. Como tantas profesiones, con el tiempo y al ir retirando ese sistema de las casas, el oficio éste dejó de existir...

imagen: deshollinador

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