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Fútbol

Fútbol Comercio, mercantilismo total, se acabó el deporte, hace tiempo, pero cada vez mas descarado. Los grandes clubes mas, pero los pequeños, los modestos no desdeñan, recoger migajas, hacerse notar.
Ahora empieza una nueva temporada, los favoritos han programado su ‘armada invencible’. ¡Va, todo negocio! La prensa, encima, colabora a sublimar las transacciones, los fichajes espectaculares (aunque claro, crean muchos ídolos de barro, ésos luego tienen que demostrarlo), pero de momento las comisiones por los traspasos ya se las han embolsado los ‘desinteresados magnates’. De buenas a primeras cada año, sale un modesto ‘irrespetuoso’, como este año pasado el Villarreal (con una población de unos 50.000 habitantes), con presupuesto incomparable al de los poderosos y vapulea a esos galácticos de discoteca y prensa rosa, los que celebran bodas sin casarse nadie, los maridos de mujeres famosas que no han visto un libro ni en los escaparates porque dicen no tener tiempo. Serán las tareas del hogar, las que les impide iniciarse en el mundo de la cultura. Pero, eso sí, todas las cadenas de TV y radio, incluidas las nacionales dan cancha a diario, en hora punta, de 5 a 8 minutos, de publicidad gratis al Real Madrid, A los de Cádiz que les den por el culo. Si quieren saber de su equipo que compren el diario local. Y encima hay mucho gaditano que es del Madrid, no lo entiendo. Que conste que he dicho Cádiz, como podría haber dicho Albacete o Cuenca.
Una año mas volveremos a ver unos árbitros teledirigidos, como por mando a distancia, manipulados, posiblemente, primados para que cumplan ‘bien con su labor’. Mientras los egoístas y mezquinos presidentes de los clubes a fichar, año tras año. Su equipo hizo buena campaña, pero hay que renovar, dar espectáculo, buscar exotismos, Si hubiera jugadores bicéfalos serían una perla, exhibirlos en sus circos, los porteros podrían ser como esas deidades hindúes de 6 brazos para hacer complicado el acceso de la bolita en la portería. Como la pretensión de un coito entre un elefante y una hormiga. Pero claro el populismo, los fanáticos invierten buenas sumas en camisetas variadas de las diversas equipaciones que cada año inventan para sacar pasta y claro de marcas reconocidas para elevar los precios. Así se demostrará el poder adquisitivo, pero habrá quejas de decir que los libros son muy caros, que están inaccesibles.
Yo soy madrileño del Barça, rara combinación, propondría al Sr. Laporta, con comisión incluida claro que sacara un uniforme del Barça de color blanco, para el día que jugaran en el Nou Camp. ¡Que gozada sería ver ganar al Barça vestido de blanco, con solo unos matices blaugranas en los cuellos o bordes de los pantalones. Joder sería la leche (por cierto también blanca). Ya que se ha perdido la dignidad, el orgullo, hagamos extravagancias para crear atractivos. Las masas somos fáciles, campos de cultivo, hacemos lo que ellos quieren.

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