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Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (XLI)

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (XLI) ... como dije y repetiré en mas de una ocasión, el tramo de nuestra calle, era breve y con solo dos casas de vecinos, un tostadero de café iniciaba la calle, según se entraba a mano izquierda, las dos casas de vecinos, una fundición de hierros en ruinas. Enfrente toda la fachada lateral de un cuartel de la Guardia Civil y como la calle no tenía salida, pues remataba el cierre, la trasera o muro de un viejo horno, en su parte frontal. Al existir solo dos casas de vecindad, no teníamos mucha concurrencia de chavales de una edad similar, entorno a los 8 u 12 años, los que éramos nos apañábamos para compaginar diversos juegos colectivos. En general no nos juntábamos con las chicas en esos juegos solo, esporádicamente, compartíamos algunos, pero ya nos fijábamos en ellas, teniendo cada uno su platonismo sobre alguna.
Citaré a algunos o casi mayoría de los que, sobre todo, cuando jugábamos al fútbol, con una pelota pequeña e incluso de trapo recosida por alguna de las madres, nos servía para esta práctica. Las porterías las acotábamos con unas cuantas piedras a modo simulado de los postes. Entre ellos estaba Valentín, ‘el Valen’, era muy normal utilizar el mal uso de ‘el’ o ‘la’ delante del nombre, diminutivo o apodo, ‘el Goyo’, Roberto’, Pablo, Antonio, Fernando, Toñín ‘el sardina’ (que era su apellido), ‘Genín’ (de Eugenio), el Olalla (apellido), el Maxi y claro falto yo, ‘el Fito’, diminutivo de Adolfo y recortado en su parte final, esto era algo que me ponía malo, con los años me llegó a traer sin cuidado, sobre todo cuando algún vecino me identificaba así. En las chicas, estaban Juani, Mari Juana, Mari Tere, María Elena, Caroli, Carmina, Angelita, Tere Taravilla (digamos mi primer y principal platonismo, recuerdo que cuando ya teníamos 14 o 15 años, ella era 2 años mayor, fuimos a dar algún paseo juntos, sin mas, no nos llegamos a tocar ni la mano. Mª Carmen Mozas. No creo que me deje a nadie muy relacionado. Cuando chicos o chicas pasaban de los 15 o 16 años, ya eran parte del primer grupo de los mayores y la mayoría ya trabajaban en algo. Los chicos fumaban, en su mayoría vestían de mono por oficios varios, durante la semana, los domingos se acicalaban y se ponía un traje con camisa y corbata, normalmente, el único que servía para varios años y se iban de bailes. Los de nuestra edad, los niños, era un mundo aparte.
En próximos relatos describiré juegos al uso...
imagn: pandilla de chicos dispuestos a jugar

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