Blogia
ofloda

Postoperatorio (I)

Digamos que, a pesar de un proceso ‘normalizado’ no me encuentro nada radiante. No estoy en un buen momento. Me encuentro algo asustado, mejor dicho no algo, me encuentro agobiado. Quizá mi parte malhumorada y depresiva ha encontrado caldo de cultivo en mi endeble estructura psíquica. No pretendo presumir ser el mas infeliz o desdichado de los mortales pero, tampoco estoy haciendo comparaciones, me siento así y así lo explico.
El resultado provisional de la intervención que me realizaron el día 11 de agosto pasado, la extirpación de un pólipo en el colon, no ha tenido contratiempos palpables, deberé, no obstante, esperar al informe prometido conclusivo.
Sí he sufrido bastante en los preparativos. Yo, miedoso ante los pinchazos, me he visto asediado por las agujas buscando mis maltrechas venas para múltiples analíticas y, para remate, me ha provisto de jeringuillas, para un mínimo de 10 días, 2 diarias y ser, yo mismo, el practicante y el practicado. Mi aversión y mi temor a las agujas y objetos cortantes han sido siempre considerables. Nunca llegué a imaginar que yo sería autoinyectante.
Segunda parte, digamos la emocional, mi mujer, Maribel, ha estado en todo momento, día y noche conmigo. Me lo prometió, cuando me sintió agobiado, a pesar de mis infidelidades, solo virtuales, pero para ella suficientes. Me prometió su colaboración y asistencia y ha cumplido en ello...
(He dividido en 3 capítulos (mis servilletas de bar) esta narración. Ahora no me encuentro con ganas de seguir, las tengo escritas a mano, pero debo pasarlas a ‘nivel de escritura para publicación’.

0 comentarios