Salir a la calle
He plagiado, le pido disculpas a D. Manuel Alcántara, columnista (esto casi sobra decirlo) del diario SUR de Málaga, el título del artículo de hoy 12 de junio de 2005. Me resulta, casi obligado, entrar expresamente a leer su columna, es toda una lección, simple, sencilla, comprensible, desmenuzada, vamos que se digiere sin ningún tipo de problema, ni hacen falta dientes, ni produce aerofagia. Dicen que el saber no ocupa lugar, no suelo estar muy de acuerdo, yo opino que ocupa un lugar de privilegio y este maestro de periodismo, nos ilustra con su sencillez cotidiana sobre los aspectos de alguna relevancia de la vida diaria. La calle, casi una exclusiva de la izquierda, auténticos profesionales de la convocatoria parcantera (yo también invento palabras, ¿al estilo Umbral?, no creo que llegue a tanto, pero tampoco desbarro tanto como nuestros genuinos representantes y ocupantes del banco azul de Congreso, por cierto ¿cómo no lo habrán cambiado de color, lo mismo les doy una idea y los ponen de seda natural, que esa les gusta mucho, de color carmesí, ¡total unos euros más o menos!), pues como decía la calle se está haciendo plural, ahora resulta que la derechona y afines, se están aficionando a la protesta callejera y claro eso les empieza a molestar a los hasta ahora dominantes del medio. Pensaban que la derecha solo iba a procesiones y cosas así, con lo que nuestra vicepresidenta siente la necesidad de comentar sobre algo relacionado con las elecciones gallegas. Pues le debía de gustar, porque llevan un año de aburrimiento tremendo, sin ocupar la Puerta del Sol de Madrid, con toda la gama de intelectuales que dominan el mundo de la cultura, como se autodenominó la militante comunista Mª del Pilar Cuesta (Ana Belén, para mejores señas), aunque ella fuera contratada por un Ayuntamiento de derechas, como el de Madrid, para hacer de musa inspiradora de las bondades de la Comunidad madrileña, por la exigua cantidad de 1 millón de euros que ignoro si fueron a parar a las arcas del partido. El problema es que nuestro presidente Sr. Rodríguez solo debe tener oídos para el otegui (con u que le jode mucho) y para el Sr. Pérez (alias Carod Rovira), son sus consejeros de asuntos internacionales, porque como pretenden la independencia pues ocuparán ese cargo en las negociaciones y compartimientos de gobernabilidad. Nunca pensé que unos poquitos escaños tuvieran tan poder. ¿Llegará algún día que se cambiará adecuadamente la ley electoral? ¿La distribución de escaños? Parece no interesarles, así matrimonian con cualquiera, verdes, rosas, y demás gama cromática conveniente, eso si del azul, solo el banquillo y ya digo a lo mejor me toman la palabra.
Pues ¡hala, todos a la calle!, una solución para evitar los atascos en el centro.
2 comentarios
eva -
con gente inculta no se puede nunca negociar ni llegar a pactos ni tratados
carmen -